Conoce todo sobre el césped artificial y las plagas que pueden afectarle.

Descubre cómo mejorar el rendimiento energético de tu hogar con el césped artificial

Tener césped natural puede parecer muy bonito, pero el gasto energético que supone hace que pensar en alternativas como el césped artificial sea cada vez más razonable. En este artículo vamos a exponer una serie de argumentos que demostrarán que el césped artificial es más eficiente que el natural.

Una tarifa más eficiente

Si vamos a buscar alternativas para reducir el gasto energético con el fin de ahorrar en nuestra factura de luz, debemos atacar el problema de raíz y empezar por verificar nuestro contrato de la luz. Muchas personas no le dan la importancia que se merece al trámite de dar de alta la luz, ya que dependiendo de cómo se contrate una tarifa, podemos ahorrarnos mucho dinero en la factura. Aunque hoy en día este tipo de gestiones puedan parecer fáciles, puesto que es posible dar de alta la luz vía online o con una simple llamada de teléfono, no es fácil saber qué pasos deben seguirse. En el siguiente enlace puedes encontrar una guía de cómo hacerlo: https://www.companias-de-luz.com/dar-de-alta-la-luz/.

Es muy importante saber qué potencia eléctrica contratar, ya que esto va a afectar en el término fijo de la factura, y qué tipo de tarifa contratar. Actualmente una de las más económicas sigue siendo la tarifa regulada por el Estado, y pueden contratarse con las comercializadoras de referencia de Iberdrola, Naturgy o Endesa en Hospitalet de Llobregat

¿Cómo se ahorra con el césped artificial? 

El césped artificial supone múltiples ventajas con respecto al césped natural. A continuación se explica con más detalle cuáles son estas razones:

Ahorro de luz y agua

El césped artificial no tiene que regarse constantemente, tan solo para quitar el polvo que va recogiendo la superficie. Debe tenerse presente que una extensión de 170 metros cuadrados de césped supone un gasto de 270.000 litros al año para que se conserve en buen estado en país como España. Además, este ahorro de agua supone un ahorro de electricidad, ya que no debemos gastar energía en sistemas de riego automatizado ni combustible en cortadores de césped.

Más higiénico

El césped artificial no es un lugar confortable para insectos ni bacterias alérgenas, por lo que no corremos el riesgo de que los más pequeños sufran algún tipo de alergia. 

Ahorro de tiempo

El césped natural debe ser regado, cortado y abonado, por lo que el césped artificial nos ahorra todo este tiempo que podemos utilizar para estar disfrutando con los nuestros de los momentos de ocio.

Más ecológico

El césped artificial contribuye a la mejora del medioambiente gracias a su ahorro energético y al no necesitar el uso de productos químicos para su mantenimiento. El agua es un bien escaso, por lo que debemos usarla para mantener paisajes propios del entorno, mientras que el césped verde no pertenece al ecosistema mediterráneo y del sur de Europa, por lo que su mantenimiento es completamente artificial y un derroche energético y de dinero.

¿Quieres saber más sobre los problemas de escasez de agua en España? Te invitamos a leer este artículo y te recomendamos que te decantes por la opción más ecológica.